Cómo dejé de sentirme una inútil (y empecé a intentarlo todo)

-Es una oración un poco fuerte, ¿no?

Podemos cambiarle la forma:

“Cómo dejé el…
…no sirvo para esto”
…eso no es para mí”
…soy inútil en ese campo”
…no nací para eso”
…no hay chance, no puedo con eso”
…justo a mí me preguntás sobre eso?”

Y podría estar así todo el día.
Yo tenía esa creencia con varias cosas, pero habían 3 que eran las más frecuentes:
-Matemáticas
-Ejercicio
-Cocinar

Terminé la escuela sin entender fracciones, pasaba las fracciones a decimales para resolver los problemas. Cuando me ponían una “x” me complicaban todo y tenía que recurrir a alguno de mis compañeros para que me salven.
No corría ni 1km, no había chance. A los 400mts estaba con el típico dolor al costado del abdomen y luchando por respirar. No me gustaba nada el esfuerzo físico, así que solo me limitaba a decir que “eso no era para mí”
Y la cocina… qué tema el de la cocina. Yo era la que cortaba el queso para ponerle a la pizza, y se comía la mitad. No cocinaba, siempre ponía una excusa para hacerlo y terminaba acordando con mis amigos en que ellos cocinaban y yo lavaba los platos. Sobrevivía con fideos, arroz, sandwiches o leche con cereales.

Un día de marzo del 2020, empezó la pandemia.

Tanto tiempo en soledad me ayudó a autoanalizarse poco a poco, y descubrir que yo misma había logrado tener una percepción propia que no era nada saludable.

Me consideraba “inútil” en cada cosa que no dominaba. Eran unas cuantas, muchas más que las matemáticas, el ejercicio y la cocina. Se agregaba el inglés, el maquillarme, y hasta el no saber cebar más de 3 mates sin que se lave la yerba (si no sos argentino, la expresión hace
referencia a cuando el mate parece una sopa aguada).

Creo que leer tantos libros en ese momento me ayudó. No recuerdo cuál fue en particular el que me habrá abierto la mente para replantearme estas cosas, pero sí te puedo recomendar algunos que pienso que vienen bien en estos casos (te dejo sus nombres al final de
este escrito).

En fin, me dí cuenta de que mi valía como persona no se limitaba a esas cosas que no comprendía, pero que, si lograba empezar a dominarlas de a poco, cambiaría mi autopercepción.
Aproveché esos tiempos libres del confinamiento para probarme.
Empecé a hacer 15 abdominales seguidas. Luego 20, luego 30. Probé con las flexiones, primero 1, después 3, 5 y hasta 10 seguidas.
No era que no servía para el ejercicio, me faltaba entrenamiento.
Seguí con la cocina. Busqué recetas, hice las compras, y empecé a intentar. Una tarta de arroz y verduras, riquísima. Unos rollitos de jamón, geniales. Tortas, exquisitas. No era que no sabía cocinar, sino que no conocía recetas y no tenía práctica.
Mi primo necesitaba ayuda con matemáticas, JUSTO CON LAS FRACCIONES. Miré tutoriales en youtube, practiqué algunos ejercicios y pude explicarle. Aprendí a resolver ecuaciones con fracciones. No era que las matemáticas no eran para mí, era que no había encontrado la forma correcta de aprenderlas.
Y así fui intentando, de a poco, con cada cosa que creía que “yo no servía”.

Un día, mi mentalidad cambió.

Ya no decía que era “inútil” para las cosas que no dominaba, decía que todavía no lo había aprendido, o que me faltaba un poco más de práctica, o que tenía que investigar un poco más al respecto.
Aprendí también de inglés, italiano, mecánica de motos, inversiones, primeros auxilios, marketing, todo esto en ese mismo año.

La vida nos cambia cuando cambiamos nuestra forma de pensar, nuestra forma de interpretar la realidad y la concepción que tenemos de nosotros mismos.

Si leíste hasta acá, gracias.
Este es un pedacito de una etapa de mi vida, que ayudó a desencadenar cada logro que fui obteniendo después. Hoy no me creo una crack en todo, pero sí creo que soy capaz de aprender y dominar cada cosa que me esfuerce por conseguir.

Si a vos también te ha costado hacerle frente a tus limitaciones mentales, seguí buscando la manera que la vas a encontrar. Poco a poco iré subiendo más contenido, incluso varios que sean prácticos para que vos también puedas empezar a sanar internamente.

Te dejo un abrazo grande de ❤️.

Los libros que puedo recomendarte al respecto son:
-No me iré sin decirte a donde voy (ficción)
-Céntrate (no ficción)
-Hábitos atómicos (no ficción)

Cómo dejé de ser una inútil